TDAH – (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), también conocido como Déficit Atencional, es una condición en donde los grupos de neuronas encargados de la atención, la memoria, la planeación y la toma de decisiones funcionan de forma inadecuada. Estas neuronas utilizan dos neurotransmisores principales: la dopamina y la noradrenalina. En los niños con TDAH, estos neurotransmisores tienen una actividad disminuida en distintas zonas del cerebro.

En los niños con TDAH los síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad producen dificultades para su adaptación a la vida escolar, social y familiar, y tienden a persistir hasta la edad adulta. Por esta razón es muy importante reconocer de forma temprana esta condición para encontrar las mejores estrategias para su tratamiento.

¿Cómo se diagnostica el TDAH?

Los síntomas del Déficit de Atención e Hiperactividad se encuentran especificados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM V), esta es la herramienta en la cuál nos basamos los neuropediatras y psiquiatras infantiles para diagnosticar el TDAH. Existen múltiples escalas basadas en estos criterios, como la escala de Conners para padres y maestros, que ayudan a determinar si estos síntomas están presentes en la casa y en el colegio. De acuerdo con los síntomas se puede definir si los niños son predominantemente inatentos, hiperactivos o ambos.

Muchos de los síntomas del Déficit Atencional pueden encontrarse en niños con problemas de aprendizaje e incluso en niños sanos, es por eso que se requiere de una valoración cuidadosa por un profesional entrenado en neuropediatría o psiquiatría infantil para diagnosticar adecuadamente esta condición.

¿Cómo detectar el TDAH?

Algunos de los síntomas son:

• Dificultad para seguir instrucciones y terminar las tareas.
• No poner atención a los detalles.
• Perder continuamente útiles escolares o pertenencias personales.
• Olvidar fácilmente las actividades cotidianas.
• Ser inquieto: moverse constantemente, ponerse de pie cuando está en clase, jugar constantemente con las manos o los pies.
• Interrumpir constantemente las conversaciones o hablar excesivamente.
• Tener dificultades para hacer filas o esperar turnos.

En niños más pequeños algunos signos de alarma que pueden ayudar a predecir el TDAH son:

• Poca medición del riesgo (sube a estructuras altas, cruza la calle corriendo, realiza juegos bruscos frecuentes).
• Retraso en el desarrollo del lenguaje.
• Labilidad emocional (llora con facilidad, suele tener episodios de rabia).
• Secuencias de juego cortas menores de 3 minutos.

Recuerda que, si identificas uno o más de estos síntomas en tu hijo, esto no necesariamente indica un diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, además muchos de estos síntomas sólo son relevantes teniendo en cuenta la edad del niño, debes consultar con tu neuropediatra para aclarar las dudas y acceder a una valoración profesional.

Recomendaciones para los niños con TDAH

Si tu niño fue diagnosticado con Déficit Atencional, aquí hay algunos consejos que pueden seguir en la casa y en el colegio para ayudarlo a superar sus dificultades:

• Las reglas deben ser claras y específicas para que tu hijo sepa exactamente lo que quieres.
• Se firme: Establece reglas y mantenlas.
• Confía a tu hijo tareas sencillas en la casa, por ejemplo: lavar los platos, alimentar a las mascotas o ser el encargado de alistar la mesa. Esto le dará un sentido de responsabilidad y aumentará su autoestima.
• Establece una rutina y un horario para hacer las tareas escolares y asegúrate de que se cumpla todos los días.
• Evita las distracciones en la casa durante las tareas escolares: reduce los ruidos, evita hacer llamadas telefónicas y apaga la televisión mientras hace tareas.
• Utiliza el refuerzo positivo: recompensa a tu hijo por su buen comportamiento.
• En el colegio, se recomienda que el niño esté en grupos pequeños.
• En clase, el niño debe sentarse donde haya menos distracciones: en primera o segunda fila, cerca del profesor y lejos de la puerta o las ventanas.
• Debe usarse una agenda para anotar las actividades escolares.
• En lo posible divide las instrucciones o tareas largas y complejas en pasos cortos, más sencillos y comprueba que el niño ha entendido. Pídele que repita lo que has dicho.
• Haz pausas o descansos cortos durante la explicación, los niños con TDAH pierden pronto la concentración y se cansan fácilmente.
• Utiliza métodos de enseñanza diversos (computadores, dibujos, videos, prácticas).
• Felicita al niño inmediatamente después de que haya hecho algo bien. Hazlo con frecuencia, para estimularle y motivarle a que siga concentrado.
• Subraya las palabras claves o ideas principales de una tarea (por ejemplo, en un problema de matemáticas) y simplifica en lo posible el enunciado en las preguntas.
• Durante una tarea larga acércate al niño y comprueba que está trabajando.
• Dale más tiempo para finalizar tareas y las evaluaciones.
• Si el niño tiene dificultades escolares, ofrécele refuerzos mientras sea necesario en las asignaturas en las que presente mayor dificultad.
• Adapta los exámenes: Los niños con TDAH no controlan bien el tiempo y se distraen con sus pensamientos o estímulos externos.
• Intenta no poner muchos exámenes el mismo día.
• Si el niño se está portando mal distráelo y solicítale un comportamiento adecuado, sin avergonzarlo frente a sus compañeros.
• Asígnale al niño un “tutor” dentro de sus compañeros, otro estudiante que pueda acompañarlo en trabajos en parejas y que lo aliente a concentrarse en las actividades.
• Los castigos deben ser cortos, explicados con calma y previamente pactados y deben aplicarse inmediatamente después del mal comportamiento.
• No busquen culpables: todos (los padres, los profesores y el niño) están haciendo lo mejor que pueden.