Actualmente, se han reportado más de 1’000.000 de contagios por el COVID-19 en el mundo; en este contexto, el aislamiento social juega un papel fundamental en el proceso de lucha contra la enfermedad.

Sin embargo, para muchos padres esto ha generado un nuevo desafío: la educación desde casa. Si bien cuentan con el apoyo de los profesores, quienes hacen un admirable esfuerzo por adaptar las actividades escolares al ambiente del hogar, en ocasiones esta nueva rutina puede resultar compleja para los padres.

La escolarización en casa (homeschooling) se ha venido popularizado en varios países, incluso antes de la pandemia causada por el COVID-19, lo que ha permitido generar recomendaciones y establecer conclusiones acerca de este modelo de escolarización que pueden ser útiles en la situación actual de contingencia. De hecho, gracias a esta experiencia previa, se ha podido establecer que en muchos casos la escolarización en casa es una estrategia positiva que permite adaptar el currículo académico clásico a las fortalezas y debilidades particulares de los niños, permitiéndoles un aprendizaje significativo y en muchos casos menos estresante; así, de acuerdo con múltiples estudios, usualmente los niños educados en casa tienen un desempeño superior en las pruebas estandarizadas de logros académicos. Frente a este panorama, es importante sacar provecho de la situación, recordando que los padres son los primeros maestros y el hogar el primer salón de clases. Algunas de las recomendaciones para una educación en casa exitosa son:

  • Comprende que, aunque se trata de educación en casa, esto no significa que se deba trasladar el colegio a la casa: no es necesario que los niños utilicen un uniforme o sigan un horario estricto como en el colegio. Asegúrate de establecer una rutina diaria que contemple el tiempo para las labores escolares, sin que se requieran horarios exactos que generen estrés en el niño.
  • Intenta destinar un espacio exclusivo para la realización de las actividades académicas en el que existan pocas distracciones (lejos del televisor, la radio y sin acceso a dispositivos electrónicos para entretenimiento).
  • Genera espacios de esparcimiento y libertad: recuerda que, en situaciones normales, tu hijo no permanece las 24 horas del día en el colegio; ahora que está aprendiendo en casa, el tiempo de aprendizaje no debe ocupar todo su día. Permítele momentos de recreación y descanso de las actividades académicas.
  • Busca ayuda: es normal que los adultos olvidemos muchos de los conceptos que aprendimos en el colegio, por eso algunos de los temas que están aprendiendo tus hijos pueden resultarte difíciles. Revisa sus tareas y no te sientas avergonzado si debes recurrir a una búsqueda en los libros o en internet para recordar conceptos antes de explicárselos.
  • Organiza tu propio horario: es probable que, si te encuentras haciendo teletrabajo, tengas otras responsabilidades que atender. Intenta establecer cuáles tareas puede realizar tu hijo sin supervisión, o con una supervisión mínima, y en cuáles requiere de tu ayuda para que establezcas un cronograma en el que puedas apoyarlo.
  • Ten paciencia y disposición al momento de estudiar con tu hijo. Múltiples estudios han demostrado que el estrés agudo interfiere en los procesos de aprendizaje, evita gritos, amenazas y, en ninguna circunstancia, recurras al maltrato físico.
  • Aprovecha los recursos tecnológicos disponibles para ayudar a tu hijo en diversas áreas. Existen múltiples aplicaciones para celulares o tabletas electrónicas, así como páginas de internet que presentan tutoriales y ejercicios académicos para niños de todas las edades y grados de escolarización.

Recuerda que, en esta pandemia, la salud de todos está en nuestras manos.